Precio medio: 36 euros.Plaza Porta de la Mar 4, Valencia.tf 607 566 931.Pepe Solla trae a Valencia uno de sus “Atlántico”. Se trata de restaurantes de corte informal que gestiona en colaboración con Compañia del Trópico (uno de los mayores grupos hosteleros del país propietarios, entre otras marcas, de Panaria). Si el primer Atlántico que abrió en Madrid era una casa de comidas con personalidad, éste que abre aquí y que se apellida Casa de Petiscos (casa de pellizcos) es más bien un gastrobar con aire tradicional.
En la carta ofrece una colección de tapas pensadas para compartir. Aquellas que tienen un corte más aferrado al terruño gallego son las mejores. Se preparan con un producto de bastante calidad. Sorprende, por ejemplo, el pulpo hervido que tienen un sabor potente y queda con una textura muy firme. Se hierve en agua (sin trucos raros) durante 35 minutos para luego dejarlo reposar un cuarto de hora en su propio líquido de cocción. Está tan bueno que hasta molesta el puntito de mahonesa de tandoori que adorna el plato. También son buenas las zamburiñas (servidas con una potente ajada), la merluza (que viene de celeiro) y la empanada que se prepara a diario.

Pulpo de roca gallego asado con boniato y emulsión de tandoori

Zamburiñas en salsa agridulce pimentón y algas
Apetecen menos las concesiones a la modernidad que asaltan la carta. Qué pinta un bao de jarrete con endivia y queso azul (que además no es ninguna maravilla) entre mejillones y croquetas de centollo. Pareciera que los cocineros de hoy en día no se sienten realizados si en su carta no aparece un taco, una gyoza o un bao.

Bao de jarrete con queso azul y endivia
Para quienes quieren llevar la comida más allá de un tapeo informal un par de platos de producto: la citada merluza de celeiro (pescado de calidad cocido en su punto) y carne gallega con cuarenta días de maduración (probablemente el punto justo que suaviza la textura sin llegar a dar sabores raros a la carne)

Merluza de Celeiro

Filloas
Pese a que Pepe afirma que quiere que aparezcan productos locales en la carta porque “no pretende colonizar” sino aprovechar también el producto de cercanía, lo cierto es que a día de hoy un tomate abierto con tapenade y el boniato que acompaña el pulpo son las únicas aportaciones locales. En cualquier caso , Pepe no debería tener complejo en ofrecer un local con un rotundo carácter gallego. A mi me importa poco que todo el producto venga de Galicia si es tan bueno como el pulpo o la merluza que yo probé.
Obviamente Pepe Solla no cocina en Atlántico. Deja como responsable a Hector Aquino. Es un jovencísimo cocinero. No posee un currículum deslumbrante pero si tiene buen gusto para afinar los platos que ha diseñado el chef. Tranquilo, trabajador y modesto, es el perfil ideal para un local de este tipo.
Atlántico es una propuesta simpática para acercarse a la cocina gallega. Podría ser mejor si hubiera más producto y más cuchara. Si fuera, en definitiva, un restaurante más serio. Pero entonces ya no sería un gastrobar y la cuenta subiría más de lo que el cliente está dispuesto a pagar.