Calle Ernesto Ferrer, 14. Valencia. Tf 961 11 53 93.Precio medio: 35 euros.Honoo es el nuevo restaurante de Ulises Menezu. Está puerta con puerta con el que fue su primer restaurante (Tastem) y comparte con él cocina, jefe de cocina (el gran Yoshi Yanone) y también la filosofía. En Honoo se comparte esa forma de hacer cocina Japonesa que caracteriza a Ulises en la que integra con libertad, y sin forzar, ingredientes de nuestra despensa.
Honoo se diferencia de Tastem porque cuenta con un horno kamado y un grill japonés. El horno Kamado es una herramienta muy popular desde hace tiempo entre la alta restauración española. Es una especie de barbacoa con una cúpula revestida de cerámica que baja sobre las ascuas para convertir esa barbacoa en un horno de brasas. El grill es una parrilla alargada que funciona con gas y permite asar brochetas. Un utensilio que en otros lugares hemos visto utilizar para cocinar pescados con buen resultado.
- Edu Espejo junto al Kamado
- Aquí, la parrilla japonesa donde, principalmente, cocinan los pinchos
Honoo reproduce las mismas virtudes y defectos que Tastem. Lógico teniendo en cuenta que lo comparten prácticamente todo. Me gusta la naturalidad con la que integran nuestros productos en su cocina. En la carta hay platos que me resultan muy interesantes como el secreto ibérico a la brasa con pimienta rosa o la ensalada shabu shabu de cerdo. El shabu shabu es un caldo que preparan cociendo panceta en caldo dashi y con cuya reducción aliñan esta divertida ensalada.

Rollo de pancita al kimuchi, kawa de piel de pollo, brocheta de corazón de pollo
El restaurante dedica una parte importante de la carta a los kushiyaki (pinchos de diferentes ingredientes que se asan en la parrilla japonesa. Algunos son muy buenos (como el pincho de panceta kimuchi), otros (como el de salmón) se dejan comer y otros (como el de piel de pollo o el corazón de pollo) resultan decepcionantes porque saben a casquería mal trabajada.
También me decepcionó lo que ellos llaman calamar de playa. Seco y sin sabor, queda lejos de esos calamares jugosos y dulzones que dan las playas mediterráneas. Todo lo contrario sucede con sus almejas, que, presentadas con una salsa de soja, all i oli y mirim resultan muy golosas.
- Secreto ibérico con pimienta rosa y col china
- Verduras de temporada con Dashi
- Calamar de playa a la brasa
- Higo macerado en licor japonés de ciruela
- Ensalada shabu shabu
- Bizcocho de earl grey
Leer la carta en Nohoo requiere de un traductor simultáneo. No entiendo la manía de los restaurantes étnicos de ponernos el nombre de los platos, o parte de ellos, en el idioma original. Hay que buscar un camarero con conocimientos, y no todo el servicio de Honoo los tienen, para poder acertar en la comanda.
A diferencia de Tastem, en Honoo presentan un menú de mediodía pensado para comidas rápidas que cuesta sólo 16,80 euros. Está tan rico y cuesta tan poco que recomiendo echarse en sus brazos en lugar de andar descifrando con nuestro traductor simultáneo el contenido del carta.
Ya me tocaría los cojones que un ingles dijese “rice with chicken and rabbit” en lugar de paella, o “rice of the little lord” en lugar de arroç del senyoret. Le ponen el nombre al plato en su lengua original porque el plato se llama así, no hay más que rascar.
Lo que no entiendo yo es la manía de ir a un restaurante étnico sin conocer un mínimo de su gastronomía y luego quejarse de que no se sabe que se está comiendo.