Hace un tiempo que no practicaba la meditación, y comencé a realizarlo de nuevo.
Era tan fácil como fijarte en tu propia respiración y dejar Fluir el resto. Todo lo que dices que es fácil termina siendo sumamente complicado.
No podías perder la atención en la respiración de lo contrario los sinsabores de la vida podrían atacar a tu mente, así que el nivel de concentración debía ser muy ato, pero sin tensión en ningún momento.
Mi objetivo era poder tener una imagen de mi subconsciente en el consciente sobre las personas trabajando, desempeñando su labor, etc. Solo quería varias imágenes que fueran coherentes o no, me daba igual.
Veía a personas sonriendo al mismo tiempo que trabajaba. La Felicidad en el trabajo era importante y se iba a convertir en algo muy importante para los departamentos de gestión de personas. La sonrisa, la armonía, etc., conseguir ese estado de “flow” que hace que la persona saque lo mejor de sí mismo.
Veía a familias en las empresas. Sí, veía a los trabajadores con sus familias explicándole lo que hacían durante muchas horas, pues no nos engañemos, compartir con tu familia lo que haces diariamente es fundamental para que comprendan tu pasión por lo que realizas diariamente. Y desgraciadamente seguimos y seguiremos durante algunos años dedicando mucho tiempo al trabajo. Ya no hablo de un tema de presentismo, de productividad, etc., hablo que será necesario a pesar de ser muy productivos.
Observaba lentamente una reunión de planificación donde no sabía discernir quién era el jefe, pues no lo había. Había personas responsabilizándose de acciones, de decisiones y alguien con rostro sonriente que coordinaba y tomaba notas. Era el decisor final. No sabría discernir el género de esa persona pues no era importante, lo importante es que eran personas.
En ese momento una dina gigante de alrededor de 3 metros de diámetro presidía la gran sala diáfana, blanca con mesas y taburetes altos. Estaban jugando y pensando al mismo tiempo. Debía ser que la reunión iba a durar poco tiempo. La Teoría de los Juegos ya lo decía, es la mejor forma de pensar, mediante el juego.
Por un instante en una fábrica vi a un señor con bata, pensando que era el médico, pero en realidad estaba dando clase a compañeros de hace estiramientos para sufrir menos lesiones. Era el “fisio”. Se ocupaba de la salud de los músculos pues de la salud emocional se ocupada la persona responsable de la gestión de personas junto con espacio donde había personas diseñando mensajes que luego iban a ser compartidos.
La fruta aparecía por muchos rincones, en el espacio que menos te esperabas aparecía una pequeña cesta de mimbre que te invitaba por sí misma a comer fruta. Cuidaban de su alimentación.
Los espacios tenían pantallas donde informaban del estado de la empresa, la facturación, los gastos, los nuevos clientes, etc., era alucinante “dashboard” informativos para que la transparencia fuera total.
Lo que estaba visualizando era imposible que lo hubiera creado una persona, pero sí un equipo comprometido. Solo faltaban que se tatuaran la marca de la empresa pues por todos los lados se olía algo especial.
Eso sí, los teléfonos no paraban de sonar. Las personas llevaban pinganillos para escuchar bien y estar cómodos. Estaban cerrando tratos con clientes. Pero se movían por todos los lados. Parecía que no tuvieran un lugar asignado para siempre, sino que rotaban por toda la organización pues no había puertas de despachos privados.
Y después de este divertido, interesante y desobediente ejercicio, abrí los ojos y me puse a redactar a grandes rasgos lo que había visto.
Sueño, realidad, futuro, dependerá de nosotros como líderes de organizaciones.